In Absentia, el rock progresivo por excelencia

Posted by Toni Mumford | Posted in , , , , , , , | Posted on 2:10



7 discos necesitó (o quiso necesitar) Steve Wilson para encontrarle el verdadero sonido a Porcupine Tree. Hasta entonces, la banda era totalmente experimental, música ambiental en gran medida.

Este disco es el nacimiento de un estilo que combina el rock progresivo y psicodélico con metal progresivo, todo ello para construir una música muy peculiar y difícil de componer, con un estilo muy original.
Este disco también es una pauta que sigue el grupo en sus próximos trabajos, pues el estilo perdura y se mejora en los siguientes álbumes.
La espera mereció la pena. Desde luego que la mereció.

El poderío de Blackest Eyes inaugura este magnífico álbum. La potente guitarra de Steve produce vertiginosos cambios de ritmo que incluyen un dulce y suave estribillo conducido por la bonita voz del mismo Steve Wilson.

Con Trains llega la calma. Un precioso tema en el que Wilson, acompañado esta vez de una guitarra acústica, demuestra que también es capaz de hacer llegar al corazón con temas relajados.

Lips Of Ashes sigue la misma tónica. Una suave voz de Wilson envuelve toda la canción combinando bonitos y diversos coros con un fino ritmo de guitarra eléctrica.

Poco cambia en Sound Of Muzak. Canción un poco más dinámica que la anterior, pero sin llegar a asemejarse a la enérgica Blackest Eyes.
Buen tema experimental en el que un suave pero firme ritmo de guitarra acompaña la mayor parte de la canción, sobretodo en la parte final, en la que se incluye un virtuoso solo.

Llega la espectacular Gravity Eyelids, el mejor tema del disco sin lugar a dudas y uno de los mejores del grupo.
Épicos coros suenan inicialmente para dar paso a una calmada voz de Wilson en la que transmite la creación de una auténtica obra de arte. La canción prosigue pausada, lenta, y se incluyen nuevos sonidos a cuentagotas.
Pasado el ecuador de la canción, un silencio semi-absoluto se adueña de la canción para dar paso a unos indicios de guitarra eléctrica que finalmente estallan y, sumados a la batería de un genial Gavin Harrison, generan un formidable e intenso sonido que más tarde se combina con las voces iniciales.
Unas impetuosas últimas notas ponen el colofón a este gran tema, que se acaba desvaneciendo lentamente.

El listón continúa alto con otro gran tema, Wedding Nails. Una canción totalmente instrumental caracterizada por su alto dinamismo y regularidad, es probablemente el tema más potente del disco.
La intensa guitarra eléctrica de Wilson y el sintetizador, al mando de Richard Barbieri, son los protagonistas de este duro y firme tema, que mantiene viva su energía hasta la última nota.

Con Prodigal el disco se vuelve a relajar y vuelve a ese sonido más pausado. Tema muy parecido a Sound Of Muzak, pues también se caracteriza por la combinación del sonido de una calmada guitarra con la voz de Wilson, de los cuales la primera se desmelena en la parte final.

.3 es un tema ambiental, en la que la voz de Wilson se hace de rogar, ya que tarda en aparecer. Dicha voz, acompañada de un bonito coro, invita al relax y a la calma.

Con The Creator Has A Mastertape se recobra el dinamismo. Inesperados cambios de ritmo acoplan una distorsionada voz de Steve con su potente guitarra eléctrica también distorsionada, que genera un sonido fuerte e intenso.

Heartattack In A Layby es otra canción lenta y emotiva para disfrutar. La voz de Wilson penetra en tu cuerpo, como si de una droga se tratara, para crear una paz interior muy agradable.
Al final y al cabo, la música es como una droga; sin ella no podríamos vivir.

Strip The Soul continúa con esa paz, hasta que una firme guitarra eléctrica rompe esa magia. Los cambios de ritmo se suceden y se generan sonidos muy adictivos.
Ya en la parte final, el desmadre se apodera de la canción y se crean contundentes ritmos.
Al fin, una agonizante voz de Steve Wilson despide la canción despacio.

In Absentia se despide con un bonito tema como es Collapse The Light Into Earth. Las preciosas notas de un piano se dejan escuchar durante toda la canción, acompañadas de la angelical voz de Wilson, que constituye así un sonido conmovedor.
Los violines y los coros que se incorporan en la parte final provocan un sentimiento que se transforma en piel de gallina hasta la última nota.
Un modo genial de cerrar el álbum.

Steve Wilson, nunca dejarás de asombrarme. 9/10.

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