Mumford And Sons ha confirmado hace escasos minutos, a través de su página web y cuenta de Facebook, que cambia las salas que estaban previstas para que la banda de folk rock tocase en marzo en la península ibérica.
Día 20 - Barcelona, Sant Jordi Club (anteriormente Sala Razzmatazz).
Día 21 - Madrid, Palacio Vistalegre (anteriormente Sala Riviera).
Según ha informado el grupo británico, el Martes 15 de enero, a las 10.30 en tickets.mumfordandsons.com comenzará la pre-venta de entradas.
De esta forma, y como comentamos en una de nuestras anteriores entradas, se confirma lo que parecía un secreto a voces tras agotar las entradas en apenas 48 horas, aunque la notícia ha tardado en confirmarse más de lo que se esperaba.
Ahora sí que no hay excusas para todo aquel que quiera ver en directo a una de las bandas del momento, aunque yo no tardaría demasiado en pasar a buscar las entradas, pues es probable que no vuelvan a tardar en agotarse.
El artista británico David Bowie ha anunciado esta mañana, día de su 66 cumpleaños y a través de su página web, el lanzamiento de The Next Day. Se trata de un nuevo álbum 10 años después del último, Reality (2003).
El álbum será publicado oficialmente en marzo, concretamente el día 8 en Australia y el día 11 en el resto del mundo.
Listado de canciones de The Next Day:
1. The Next Day 2. Dirty Boys 3. The Stars (Are Out Tonight) 4. Love is Lost 5. Where Are We Now? 6. Valentine’s Day 7. If You Can See Me 8. I’d Rather Be High 9. Boss of Me 10. Dancing Out of Space 11. How Does the Grass Grow? 12. (You Will) Set the World on Fire 13. You Feel So Lonely You Could Die 14. Heat
Deluxe Version Bonus Tracks:
15. So She 16. I’ll Take You There 17. Plan
Además, ha acompañado la notícia con el single y su correspondiente videoclip, Where Are We Know?
El tema y videoclip incluyen referencias a Berlín, donde Bowie y Visconti alumbraron la trilogía de discos Low, Heroes y Lodgers en los años setenta.
2012 se ha acabado, y nos ha dejado buenos conciertos como los de Arctic Monkeys, Placebo, The Kooks, Woodkid, The Vaccines... pero ahora le toca el turno a 2013, un año en el cual ya se han confirmado algunos conciertos que tienen muy buena pinta.
Sigur Rós tocarán en Barcelona el 16 de febrero en el Sant Jordi Club. Los islandeses vuelven a la ciudad condal para presentar su último álbum, Valtari.
Pese a que no es su mejor disco, es seguro que los hipnotizantes temas, melodías, composiciones, instrumentos y falsettes del grupo de Jónsi son un buen motivo para pagar la entrada. El precio, 35 € más gastos de distribución.
Otro de ellos son los que Mumford & Sons ofrecerán por primera vez en España sin ser un festival. Serán los días 20 de marzo en Barcelona (sala Razzmatazz) y 21 de marzo en Madrid (sala La Riviera).
El precio de las entradas es de 30 euros más gastos, pero a día de hoy están agotadas para ambas fechas. Aún así, los rumores hacia un posible cambio de sala son bastante factibles.
Si todo va bien, el emotivo folk rock de M&S puede convertirlo en uno de los conciertos del año.
Espectáculo asegurado el que ofrecerán, sin duda alguna, Rammstein en las 3 fechas que ha anunciado en España. El metal industrial de la banda alemana se podrá escuchar los días 14 de abril en Barcelona (Palau Sant Jordi), 19 de abril en Bilbao (BEC) y 21 de abril en Madrid (Palacio de los Deportes) desde 43 € más gastos.
El grupo liderado por Till Lindemann ha asegurado que será la gira más espectacular que han hecho hasta ahora, donde tocarán los mejores temas de su discografía.
También ha confirmado una única fecha para Barcelona The xx, que presentará así el elogiado Coexist. La cita será el 2 de mayo en el Poble Espanyol, con un coste de 41,50 €.
Tras su paso por el Primavera Sound el año pasado, el grupo londinense vuelve para fascinar a los fans catalanes con su lento y conmovedor indie pop.
Otra apuesta segura es el concierto que los mediáticos Muse ofrecerán en el Estadi Lluís Companys el viernes 7 de junio. De esta forma, el trío de Devon compensa haber pasado únicamente por Madrid el año pasado.
The Second Law no ha sido muy bien recibido por las críticas, pero veremos si el excelente directo y rock alternativo de Muse recompensa el alto precio de la entrada, que va desde los 50,50 hasta los 89,50 euros.
No es mala opción tampoco la que propone Mark Knopfler. El que fuera líder de la mítica banda Dire Straits presenta en julio su séptimo álbum en solitario, Privateering.
Los días elegidos para escuchar al artista escocés son el 25 en Barcelona (Poble Espanyol), 26 en Madrid (Plaza de Toros de Las Ventas), 27 en Málaga (Plaza de Toros de Málaga), 29 en Gijón (Plaza de la Universidad Laboral) y el 30 en San Sebastián (Plaza de Toros de Illumbe) desde 45 euros.
Por último, si lo tuyo son los festivales está el FIB 2013, que se celebra durante el 18, 19, 20 y 21 de julio en Benicàssim al precio de 155 € (incluyendo camping). Entre los primeros artistas confirmados se encuentran The Killers y Queens Of The Stone Age, más la muy probable confirmación de Arctic Monkeys en las próximas semanas.
Se avecinan muy buenos conciertos en este 2013, así que ya sabes, ¡no hay excusa para quedarse en el sofá y no darlo todo en la pista!
Si bien 2011 fue un año muy flojo en cuanto a álbumes, con grandes decepciones como los esperados Angels de The Strokes y The King Of Limbs de Radiohead, este pasado 2012 sí ha sido un buen año musical, con grandes grupos lanzando nuevos álbumes, algunos cumpliendo las expectativas, y otros no tanto.
10- El décimo puesto es para The Hives con su Lex Hives.Sin ser un álbum que pase a los anales de la historia, The Hives siguen a lo suyo: energía y sencillez en estado puro. Canciones accesibles, fáciles de escuchar y que, a buen seguro, te suben el estado de ánimo fácilmente. 6/10.
9- Bat For Lashes - The Haunted Man.Sorpresa muy grata la que nos ha ofrecido Natasha Khan con este nuevo álbum de Bat For Lashes. Canciones lentas, bonitas, con melodías angelicales y pegadizos estribillos, con gran facilidad por ponerte la piel de gallina.
Grantes temas como Lilies, All Your Gold o, el que va camino de himno, Laura, así lo corroboran. 6/10.
8- The Killers decepciona con su último álbum, Battle Born. Siguen de capa caída los estadounidenses. Pese a ello, algún que otro tema recuerda al verdadero The Killers de los dos primeros álbumes, salvando así el Battle Born y manteniendo un cierto nivel. 6'5/10.
7- The Vaccines madura con Come Of Age.Con este su segundo disco, se puede apreciar un gran cambio a mejor, con canciones que -ahora sí- superan los 2 minutos de duración. Siempre conservando su dinámico estilo, con temas de mucha energía y guitarreo. Además, demostraron hace 1 mes tener un muy buen directo en el Club Sant Jordi. 7/10.
6- Fantástico, como siempre,el metal alternativo/industrial de Marilyn Manson, esta vezcon Born Villain. Buenos y potentes temas, con la intensa voz de Manson liderando pegadizos estribillos. El único pero, el orden de las canciones, pues el álbum empieza con grandes temas y acaba haciéndose pesado con canciones de relleno. 7/10.
5- Muse - The Second Law. Los experimentos de los británicos no están gustando a los viejos fans, pero algunos temas como Supremacy, Survival y Animals recuerdan al antiguo rock alternativo que todos recordamos con nostalgia. Pese a todo, Muse sigue siendo Muse. 7'5/10.
4- The xx siguen deslumbrando con Coexist. Si el álbum debut ya fue magnífico, este no se queda corto. Angels inicia de forma espectacular el álbum, con una sencillez flagrante que te exporta hacia una mágica y especial tranquilidad y relajación. Una harmonía que los posteriores temas mantienen llegando al final del disco con la sensación de que has escuchado una misma canción de 37 minutos. 7'5/10.
3- El podium lo inicia Murder By Death con Bitter Drink, Bitter Moon. Si bien no es el mejor álbum de los americanos, si MBD saca nuevo álbum, MBD saca un buen álbum. Se puede apreciar una maduración y consolidación de un estilo más indie y alternativo. La primera parte del disco, además, es realmente exquisita. 8/10.
2- Segundo puesto para Neck Of The Woods, de los geniales Silversun Pickups. Grandes, muy grandes los estadounidenses con su tercer álbum de estudio. Manteniendo un listón muy alto, con buenos temas que se suceden durante todo el disco, sin decaer en ningún momento el nivel. Brian Aubert sigue haciendo gala de una voz prodigiosa, con el rock alternativo dejándose escuchar, estribillos emocionantes y espléndidos solos de guitarra. 8'5/10.
1- Esta lista la encabeza, cómo no y con mucha diferencia, Babel de Mumford & Sons, la confirmación de que el grupo de Marcus Mumford es la sensación del momento.
Con su peculiar e innovador folk rock, los británicos siguen destacando por cambios de ritmo in crescendo, melodías capaces de hacerte llorar y una esporádica voz desgarrada de Marcus. Quizá no igualan el excelente álbum debut, Sigh No More, pero sigue siendo un gran disco, esta vez con temas más accesibles como I Will Wait.
Agotaron las entradas para Razzmatazz en apenas 24 horas, pero seré uno de los afortunados que podrán volver a vibrar con su directo. 9/10.
Esperemos que el 2013 sea tan o más bueno como lo ha sido el 2012. ¡Feliz año!
Ha quedado demostrado a lo largo de su carrera que Muse es un grupo ambicioso, sin tapujos, valiente, que no teme burlarse de un programa que le obliga a hacer Playback. Un grupo que, en estos tiempos, cuesta y mucho de encontrar.
Todo esto deriva en que no tienen ningún reparo para reinventar su sonido a cada nuevo álbum. Esa es una de mis debilidades, que los grupos no se estanquen. ¿De qué sirve sacar un álbum que suene igual que el anterior una vez tras otra?
La jugada te puede salir bien o mal, y a los que llevamos tiempo siguiendo a este grupo estamos de acuerdo en que los dos últimos álbumes no están a la altura de lo que realmente han sido.
Pero oye, están captando nuevos fans, se están dando a conocer en otros estilos de música y están alcanzando una popularidad asombrosa, pues son uno de los grupos de moda. Por tanto, no se puede decir que les esté saliendo demasiado mal.
He de reconocer que las primeras escuchas de The Second Law me dejaron un poco frío, y con el tiempo tampoco va camino de convertirse en uno de mis álbumes preferidos.
Pero según vas escuchando te das cuenta de que quizá Muse iba más allá de sacar un disco más a la venta. Quizá intentaban dar otro mensaje.
No confundir el título de la entrada con un homenaje a Muse. Es un homenaje de Muse. Un tributo a sus bandas favoritas y que más le han influido. Algo parecido a lo que hace Dream Theater en todos sus álbumes.
¿Qué mejor agradecimiento que sacar un álbum que suene como esas bandas que te han influenciado y que, sin ellas, no estarías donde estás?
The Second Law es una ofrenda a bandas como Queen, U2, Red Hot Chilli Peppers, Led Zeppelin, Depeche Mode, David Bowie... Desde luego que el detalle es original.
Con Supremacy empieza el álbum, banda sonora de la última película de James Bond. Una canción rockera, potente. La guitarra y la batería dan comienzo al tema con contundencia, a la espera de que se sume un sonido más orquestal.
La voz de Matt Bellamy no tarda en dejarse escuchar, acompañado también por un solo final de guitarra agónico, que se acaba fusionando con los característicos falsettes de Matt para darle un toque épico al final de la melodía.
El riff de guitarra me recuerda, personalmente, a Kashmir (uno de los mejores temas de la historia, dicho sea de paso).
Madness no me dejó frío en la primera escucha, lo siguiente, me dejó congelado.
Ese mu-mu-mu-mad-mad-mad que se oye durante la mayor parte del tema, combinado con una guitarra y batería propias de I Want to Break Free, me desconcertaba.
Pero la parte final de la canción me deparó una sorpresa, un buen y corto solo de guitarra daba paso a una voz esperanzadora de Matt, que concluía con el clímax vocal I need your love, seguido de un precioso falsette.
Me emocionó hasta erizarme el bello corporal. A día de hoy aún lo sigue haciendo.
Panic Station es un tema totalmente Red Hot Chili Peppers, el bajo de Chris Wostenholme así lo corrobora. Un buen tema, dinámico, con un pegadizo estribillo. Incluye un animado solo de guitarra que se fusiona con un último estribillo, conduciendo al tema a un enérgico final.
Prelude, una melodía orquestal de a penas un minuto en la que se escucha -¡por fin!- el piano, es una introducción a Survival, la canción oficial de los Juegos Olímpicos de 2012. Para mí, el temazo del LP.
Los coros iniciales son acompañados por tímidas notas de piano, para dar paso a una convencida voz de Matt, que expresa una motivación y ambición por ganar.
Poco a poco la melodía va en aumento hasta que la guitarra eléctrica y voz se desatan, recordando así esa épica tan lograda y peculiar de Muse.
No recuerdo un tema tan bueno para unos Juegos Olímpicos desde Barcelona '92.
En Follow Me, con una melodía ochentera muy propia del Synth pop, el sintetizador deja escuchar tímidamente el sonido espacial que destacó a Muse en Origin Of Symmetry. Por otro lado, el estribillo adquiere una melodía más electrónica, con una voz potente. El tema concluye con unos coros finales que recuerdan claramente a U2.
Animals es una composición exquisita, una auténtica joya. Con un sonido similar a Massive Attack a través del sintetizador, la letra expresa el odio a los altos cargos del gobierno, un asunto que a Muse le gusta incorporar a las letras de sus canciones. Dom Howard, a través de su batería, se mezcla con un virtuoso solo de guitarra para dar paso a un desenlace más enfático. Para esta canción Muse ha lanzado un concurso que te permite hacer el videoclip.
Explorers es un tema tranquilo y estable, sin apenas sobresaltos, con una dulce voz acompañando toda la canción. La letra aboga por defender el medio ambiente y crítica duramente el monopolio industrial de las grandes empresas.
Big Freeze es otra de mis canciones favoritas del álbum. Un tema con gran afinidad a U2.
El estribillo es de los mejores del disco; secundado en todo momento por coros, la voz y guitarra de Bellamy se muestran duras y convincentes.
El bajista de la banda, Chris Wostenholme, abarca todo el protagonismo de las siguientes dos canciones, Save Me y Liquid State, pues las canta él. Un hecho insólito en el grupo.
Save Me es más calmada y constante, mientras Liquid State se distingue por tener un sonido más estridente, con una melodía más activa y emprendedora.
Punto en contra aquí para Muse, pues si es difícil encontrar actualmente una voz comparable a la de Matt en todo el mundo, más difícil es encontrarla dentro de la banda. Aún así, buena intentona.
The 2nd Law: Unsustainable es otro tema que puede hacerte estallar la cabeza en su primera escucha. Y otro tema que puede ponerte la piel de gallina según avanza.
La canción empieza totalmente orquestal, recordando el rock sinfónico de las Exogenesis de The Resistance. La voz distorsionada de una mujer se suma al poco tiempo, hasta estallar en un sonido dubstep totalmente Skrillex. Sonido que no me gusta para nada, pero al César lo que es del César: Muse no hace dubstep a ordenador, lo hace con instrumentos.
El dubstep se fusiona con la orquestación, dando paso a un espléndido coro de Matt que solo describir ya me pone el bello de punta. Quién me iba a decir a mí que me iba a emocionar con música de robots.
Finalmente, The 2nd Law: Isolated System. Un tema instrumental, que representa el apocalípsis. Como se puede apreciar en el videoclip, un grupo de supervivientes huye de una ola informática que está acabando con todo. El fin de la humanidad, y del álbum.
Queridos Muse, no es vuestro mejor disco. Pero nos vemos en el Estadi Olímpic Lluís Companys. 7'5/10.
Con el título de la entrada algunos os preguntaréis si me he vuelto loco y me ha dado por hablar de política. Sí, algo me ha hecho enloquecer, pero musicalmente hablando.
Me enloquece escuchar un grupo como Murder By Death y saber que su popularidad es inversamente proporcional a la calidad técnica de sus miembros.
Enloquecedor es que esta pedazo de banda lleve ya seis álbumes de estudio y hayan salido en contadas ocasiones a tocar fuera de su país de origen.
Bueno, voy a dejar de piropear a estos genios estadounidenses (vale, era la última) y voy a pasar a hablar del que es, para mí, su mejor disco: In Bocca Al Lupo.
A lo largo de su carrera han ido experimentando y evolucionando con varios estilos hasta dar con la tecla. Con un sonido muy propio, comenzaron con un post-rock un poco verde (Like the Exorcist, but More Breakdancing).
A partir del segundo disco, Who Will Survive, And What Will Be Left Of Them?, avanzaron hacia una especie de country alternativo y art-rock (con similitudes de Johnny Cash y Arcade Fire), incorporando el uso frecuente de guitarras, violines y un violoncello eléctrico, entre otros instrumentos.
Este mencionado segundo álbum, empieza a forjar ese estilo tan propio de los americanos, que destaca por tener una melodía gótica con referencias al antiguo oeste, conteniendo unas letras un tanto sarcásticas que hablan, generalmente, sobre apariciones de diablos.
Su tercer álbum, In Bocca Al Lupo, se vuelve más comercial (y no por ello peor) debido a la aparición más frecuente de la guitarra eléctrica y unos estribillos mucho más accesibles y frenéticos, por lo que se puede decir que el grupo pasa a ser más indie y rock alternativo. Sin más dilación, paso a describir por qué es, en mi opinión, una auténtica obra de arte.
Uno de los mejores temas del álbum, como no podía ser menos, da el pistoletazo de salida. Hablo de la explosiva Boy Decide. El bombo de la batería deDagan Thogerson suena constantemente mientras la guitarra eléctrica se deja oír, acompañados en todo momento por la singular voz de Adam Turla. Sarah Balliet y su violoncello se suman tímidamente a la melodía para, al minuto de canción, dar paso a un potente estribillo en el cual Adam puede lucir su voz. El excelente final solo de guitarra demuestra lo que son capaces de hacer estos chicos.
Tres enérgicos minutos para comenzar, no está nada mal.
El álbum continúa con One More Notch, una canción preciosa. Ahora sí, Sarah puede lucirse con su cello en todo momento. La voz de Adam se vuelve misteriosa, demostrando así el amplio catálogo de registros vocales de los que dispone.
Un rápido y pegadizo estribillo aparece en el tema, asociado con un buen ritmo de batería. Una grave nota de piano finaliza el tema, como si de su muerte se tratara.
Dead Men and Sinners es una de los temas más western del álbum. Una voz grave y cargada de rabia acapara la canción, con unos constantes coros también graves que actúan como si de un eco se tratase. La dura guitarra de Adam también se deja oír durante los dos minutos de canción, escoltada por el bajo de Matt Armstrong.
Es el turno de Brother, uno de los himnos de Murder By Death. El adictivo ritmo de guitarra inicial ya indica que lo que se nos viene es un auténtico temazo. Adam Turla puede desplegar esta vez una voz mucho más enérgica que los dos anteriores temas, con un estribillo que... ¿qué se puede decir de él? Lo mejor es cerrar los ojos y escucharlo, sobretodo la emotiva parte donde la guitarra cobra dureza y Adam grita "So brother, raise another pint". Capaz de erizar los pelos de un ser inerte.
El cello de Sarah también cobra vida y aparece esporádicamente.
Tras la euforia desplegada en Brother, llega Dynamite Mine. Un tema triste y tranquilo, con una presencia mucho más significativa del cello. La guitarra eléctrica también aparece a la mitad de la canción para otorgarle un puño de agitación a la melodía.
The Organ Grinder mantiene la armonía regular de su predecesora, volviendo otra vez a su sonido más western. La guitarra eléctrica esta vez es substituida por la acústica, incluyendo un estribillo lleno de odio.
La percusión en esta canción goza de mayor protagonismo.
Con Sometimes The Line Walk You descubrimos otro de los grandes temas del LP. Las primeras notas de la guitarra eléctrica van descubriendo el ritmo de la canción, sumándose al poco tiempo la voz. Adam Turla va cargándose de ira a lo largo de la canción, perfectamente conjuntado con el resto de instrumentos, alcanzando al final una voz desgarrada.
Raw Deal es una de aquellas melodías que parecen dos temas diferentes en uno solo. Un inicio triste y capaz de tocarte la fibra sensible es protagonista hasta el minuto dos, donde una aguda y prolongada guitarra da paso a un final de canción con aires de vencimiento y cansancio.
Llega una de las joyas del grupo, The Big Sleep. Todo sea dicho, debilidad personal gracias a su estructura in crescendo. También es debilidad el sentimiento que le pone Adam al tema, interpretando a un hombre que está cerca de morir en manos de la justicia. Una letra emotiva para una melodía emotiva.
Progresivamente el tema va alcanzando mayor protagonismo de los instrumentos hasta llegar a un grito de Adam que es secuenciado por un clímax instrumental cargado de emoción; la batería, el cello, y el sonido de una trompeta se hacen protagonistas, poniendo inevitablemente la piel de gallina al oyente.
La canción finaliza con las palabras de Adam Turla pidiendo que su família no asista a la ejecución, argumentando que no quiere que le recuerden de esa forma.
Shiola es otro muy buen tema. Un tema precioso, con una letra cargada de remordimientos y una melodía que a mí personalmente me hace sonreír y relajarme. La guitarra acústica mantiene una estabilidad durante la canción, participando también en un bonito estribillo.
Llegamos a la recta final con Steam Rising, uno de los temas más tranquilos. El violoncello vuelve a adquirir importancia durante el transcurso de la canción, secundado también por la guitarra acústica. En el ecuador del tema, la voz se desvanece para ceder el protagonismo a los instrumentos, formando así una armonía de dos minutos que hace recordar a sus orígenes tocando post-rock.
The Devil Drives finiquita el álbum. Un alegre y acústico tema que se mantiene uniforme hasta el minuto tres, donde empiezan a aparecer los coros de numerosas personas que conducen progresivamente al tema y al disco a un final épico.
Hacía mucho tiempo que no escribía en este blog por falta de tiempo y ganas, pero gracias a Mumford & Sons, he encontrado la motivación necesaria para, almenos, escribir esta entrada. Y es que con un grupo de este calibre, no es para menos.
Quiénes son Mumford & Sons, os preguntaréis. Esta banda inglesa de Folk rock fue formada en 2007 por Marcus Mumford, Winston Marshall, Ben Lovett y Ted Dwane. Todos ellos multi instrumentalistas. Todos ellos unos genios.
Algunos de esos instrumentos son la guitarra, batería, teclado, bajo e instrumentos tradicionales del folk como el banjo, la mandolina, la guitarra con resonador...
A pesar de contar con tan solo un álbum en su discografía (del cual voy a hablar hoy), este espléndido grupo me ha impactado de tal manera que ya probablemente esté en mi 'top 5' de grupos favoritos.
Y es obvio que no soy el único, pues su fama se está disparando con el paso de los meses. Una buena prueba de ello ha sido el FIB 2011, donde reventaron el Maravillas como buenos cabeza de cartel. Un festival al que, dicho sea de paso, pude acudir y acabar de enamorarme de Mumford & Sons (junto a Arcade Fire, los dos conciertos que más disfruté).
Dicho álbum es Sigh No More, publicado en 2009. Sin más dilación, hablemos de esta joya.
Little Lion Man, el single, abre el LP con el sonido de una guitarra acústica acompañada por el banjo, una escena característica del grupo. La voz de Marcus Mumford se incorpora devorando unos primeros instantes mágicos que, acompañados por tímidos acordes de guitarra eléctrica, avecinan que lo que estamos escuchando huele a temazo.
Al minuto de canción los instrumentos se desatan, permitiéndole a Marcus añadirle un heroico final al tema.
El nombre del disco, Sigh No More, da título al segundo tema. Uno de mis favoritos. Una canción que son dos a la vez.
Una primera parte melancólica que parece indicar anhelo por algo o alguien se combina con una segunda que da una vuelta de tuerca, transmitiendo una contradictoria felicidad y éxtasis.
El tema finaliza con una gran potencia, gracias a la asociación de Mumford con la batería, entre otros instrumentos.
The Cave es unos de los temas más conocidos de la banda. Con estructura muy similar a Little Lion Man, los instrumentos descienden y aumentan de intensidad al compás de la voz.
La regularidad de Winter Winds continúa con el álbum. Un tema sin los habituales cambios de ritmo, con una estructura estable y un coreado estribillo.
Roll Away Your Stone es el quinto tema. Con un comienzo muy lento, progresa hasta incorporar originales cambios de ritmo, acompañados de coros esporádicos.
White Blank Page es un precioso tema, lento y nostálgico, liderado en todo momento por la voz de Marcus Mumford.
Si White Blank Page es una canción preciosa, no encuentro adjetivos para describir I Gave You All, probablemente mi favorita.
Unos lentos acordes de guitarra acústica dan comienzo el tema, que inmediatamente incorpora una voz cargada de aflicción. La pesadumbre cae sobre la melodía del tema, que concluye con la rabiosa voz de Marcus Mumford, invitando a la esperanza y emoción.
Un final capaz de erizar todos los pelos del cuerpo. Un final brutal.
Timshel continúa con la monotonía lenta de los últimos temas, convirtiéndose en la canción más suave del disco.
Marcus Mumford lidera en todo momento la melodía con una triste voz acompañada, como no, de su guitarra acústica.
Thistle & Weeds es otro tema capaz de emocionar a cualquiera.
Un inicio lento es acompañado por brotes de voz que aumentan de intensidad de forma gradual. La aparición del piano también es protagonista en la progresión del tema.
Finalmente, los instrumentos alcanzan un vibrante clímax final.
Awake My Soul es la décima canción del álbum. Un tema alegre y sin muchos cambios de ritmo, con un bonito estribillo que poco a poco incrementa su potencia.
Otro de los temazos del disco es Dust Bowl Dance. Un nostálgico piano da comienzo a la canción, que pronto se une a la voz y a un esporádico banjo.
La progresión del tema se hace evidente mediante la melancólica voz de Marcus que, poco a poco, va alcanzando un sonido vengativo y cargado de rabia.
La batería se hace protagonista al final del tema en una explosión de instrumentos a la que se suma una desgarrada guitarra eléctrica.
Todo lo bueno acaba tarde o temprano, y este LP lo hace con After The Storm.
Un pausado y estable tema sin sobresalto alguno, con una triste voz como protagonista, que acompaña de forma paulatina el final de la canción y del disco.
Mumford & Sons no acaba aquí, pues ya se encuentran trabajando en un próximo trabajo que da la sensación que estará al nivel ofrecido hasta ahora, pese a que el listón está alto.
Ya han dejado caer algunos de los futuros temas en conciertos y festivales, como por ejemplo Hopeless Wanderer; una auténtica delicia.
¿Sabes esa sensación de que un grupo es perfecto?, ¿de que parece hecho a tu medida?, ¿de que no le cambiarías nada? Gracias Mumford por ser así. 9'5/10.